Aparentemente, la fotografía y el movimiento parecen dos conceptos incompatibles. La fotografía, de hecho, tiene la capacidad de detener el tiempo, y cuando digo detener me refiero no sólo a preservar la escena para la posteridad, sino a dejar estático cualquier elemento que pudiese estar en movimiento en la escena fotografiada.
La técnica del barrido (Panning).
Una de las técnicas más populares para fotografiar objetos en movimiento y conseguir que la fotografía realizada siga transmitiendo toda la velocidad presente en la escena es la denominada técnica de barrido.
La técnica de barrido consiste en seguir el objeto en movimiento que queremos fotografiar con la cámara, disparar la cámara mientras continuamos con el movimiento y, gracias a una velocidad de obturación lo suficientemente lenta, conseguir una imagen razonablemente nítida del sujeto centro de atención sobre un fondo borroso (barrido). La situación ideal se da cuando puedas colocarte a cierta distancia del objeto y usar un teleobjetivo.
Se debe tratar que el objeto se desplace lo más paralelo posible a la cámara. Para conseguir el efecto tendremos que utilizar una velocidad relativamente lenta. Velocidades de 1/60 o 1/30 pueden estar bien. Con velocidades demasiado rápidas congelaremos toda la situación, fondo incluido, con lo que no conseguiremos la sensación de movimiento.
Te dejo un video con tips para tomar buenas fotos con esta técnica:
La técnica del zooming.
Si la técnica anterior parte de una escena con movimiento y pretende que la fotografía transmita el movimiento presente, ahora te traigo una técnica que, a partir de una escena sin movimiento, incluye un movimiento de acercamiento para centrar la atención sobre el objeto fotografiado.
El zooming es una técnica que consiste en realizar una toma con tiempo de exposición alto, el diafragma lo suficientemente cerrado y, lo más importante, en la que durante el tiempo que el obturador permanece abierto, se varíe la distancia focal del objetivo.
Con esto, conseguiremos que en la imagen se creen una líneas convergentes que llevan la atención del observador hacia el centro de la fotografía y que, aportan a la escena una curiosa sensación de movimiento y dinamismo, propia de las líneas convergentes.
La forma habitual de proceder es partir desde focales más cortas a más largas. Con esto consigues "acercar" al observador hacia el centro de la fotografía. Aunque, como siempre, esto está abierto a que experimentes y pruebes a desafiar las reglas o convenciones. Valora la velocidad a la que modificas la focal. Si quieres estelas más progresivas, necesitarás un movimiento más comedido y pausado. Por el contrario, si quieres estelas más fugaces, deberás variar la focal muy rápido.
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