martes, 12 de noviembre de 2013

Aperturas y velocidades.

Para algunas personas resulta complejo entender la relación directa que existe entre la apertura del iris de la cámara y la velocidad de obturación. Lo más importante de este concepto es comprender de qué forma afecta la variación de estos elementos en los resultados de la imagen y cuáles son nuestras posibles opciones creativas al elegir una configuración específica.

Apertura.
La apertura se determina, en el caso de las cámaras con mandos manuales, a través del arillo de pasos “f” del lente, que dependiendo de su grado de luminosidad, puede iniciar desde una apertura máxima de f/1.2 y terminar en aperturas mínimas alrededor de f/22. En una cámara con mandos electrónicos, se utiliza un control dial que arroja un despliegue gráfico en pantalla y en algunos casos, se cuenta adicionalmente con un control de compensación para el valor de exposición (EV) que modifica el paso f determinado en fracciones de pasos hacia la sub o sobre exposición.El valor de apertura indica, el tamaño del orificio que posee el diafragma del lente y de forma inversa los pasos "f" numeralmente menores (f/1.2, f/1.4, f/1.8, etc.), corresponden a las mayores aperturas y los pasos f mayores (f/16, f/22, etc.), establecen los orificios más dependiendo de la capacidad el objetivo. La idea general es que a mayor apertura (ej. f/1.2), más luz ingresa al sensor de la cámara y a menor (ej. f/22), se restringe el paso de la luz.


Velocidad de obturación.

La velocidad de obturación es el tiempo establecido durante el cual, la cortina o el elemento encargado de bloquear el paso de la luz de la lente al área donde se encuentra el sensor en completa oscuridad, es retirado permitiendo la exposición para posteriormente recuperar su lugar y restablecer el bloqueo. Esta velocidad puede iniciar desde segundos completos (5, 10, 15, etc.) y subir hasta fracciones de segundo (1/250, 1/500, 1/1000, etc.). Estas fracciones, expresadas como tales, son literales y significan que el tiempo en el que se permitirá la exposición del sensor, equivale por ejemplo a una milésima de segundo (1/1000).


Relación de compensación.

Cuando por medio de un exposímetro externo o integrado a la cámara, se establece por ejemplo que la relación para la correcta exposición de una escena determinada es f/8 a 1/125 seg., podemos confiar en que el resultado de la imagen será adecuado, sin embargo, esta lectura es solamente el punto de partida para que, aplicando el criterio y el conocimiento, podamos tomar algunas decisiones personales.

En el cuadro que se presenta, podemos observar que a partir de la relación mencionada en el párrafo anterior, podemos elegir una diferente en la secuencia de compensaciones hacia arriba o hacia abajo. Si decidimos por ejemplo sustituir la lectura inicial por una mayor apertura (f/2.8 a 1/1000 seg.), estaremos provocando que ingrese más luz a la lente y para compensar una posible sobre exposición se reduce el tiempo de exposición por medio de una velocidad de obturación mucho más rápida. 

Uno de los modos en que esta acción afecta a la imagen es que al utilizar velocidades más rápidas, se puede congelar prácticamente cualquier situación de acción, pero también, disminuye la profundidad de campo lo cual puede ser o no deseable en determinadas circunstancias. Si tomamos la opción contraria y decidimos disminuir la apertura al límite del lente (f/22 a 1/15 seg.), el ingreso de la luz a través del objetivo se reduce y para prevenir una sub exposición de la imagen, esto debe ser compensado con un mayor tiempo de exposición en el sensor. 

Una configuración como esta, incrementa considerablemente la profundidad de campo permitiendo que prácticamente todos los elementos en la escena, a pesar de encontrarse a diferentes distancias en relación a la cámara, aparezcan nítidos en la imagen resultante pero al utilizar una velocidad de obturación tan baja, se corre el riesgo de que cualquier elemento en movimiento salga barrido.
Para dominar el concepto de la relación entre apertura y velocidad, lo más recomendable es que realices ejercicios sobre una misma escena, probando con todas las posibilidades de compensación que te permitan las condiciones de iluminación y los rangos de apertura y obturación de tu cámara. Hazlo pronto, es divertido y aprenderás más de lo que te imaginas.

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